Desarrollar habilidades sociales, dominar el lenguaje digital y desenvolverse en él, o saber trabajar en equipo y coordinarse para trabajar con personas que están a kilómetros de distancia son algunas de las habilidades que más se valorarán en la próxima década para trabajar en equipos de alto rendimiento.
Diferentes estudios dan pistas y claves de cuáles serán las tendencias de un mundo laboral cada vez más globalizado y en continuo cambio. Desde un punto de vista estratégico y la identificación de tendencias emergentes y cambios puntuales que tienden a transformar la sociedad se infieren cambios trascendentes que transformarán la forma de hacer y gestionar.
Destrezas más solicitadas en equipos de alto rendimiento
Algunas de estas destrezas identificadas más comunes y probablemente que serán más demandadas para trabajar en la próxima década:
- Creación de sentido: Habilidad para determinar el significado profundo de lo que se quiere expresar.
- Inteligencia Social: Habilidad para conectar con otros de manera empática y directa, para sentir y estimular reacciones y deseos en la interacción.
- Pensamiento innovador y adaptable: La competencia en el pensamiento y la creación de soluciones y respuestas avanzadas más allá de los propios supuestos.
- Competencia transcultural: Habilidad para actuar en diferentes estructuras culturales, países y entornos.
- Pensamiento digital: Habilidad para traducir grandes cantidades de datos en conceptos abstractos y entender razonamientos basados en el Big Data.
- Empatía mediática: Habilidad para evaluar de forma crítica y desarrollar contenido que emplea nuevas formas de comunicación, así como para emplear estos nuevos medios en la comunicación persuasiva.
- Compresión interdisciplinar: Habilidad para entender conceptos transversales y multidisciplinares.
- Pensamiento analítico: Destreza para representar y desarrollar tareas así como procesos de trabajo para obtener resultados deseados.
- Gestión cognitiva: Habilidad para discriminar y filtrar información en rangos de importancia, así como para entender la forma de maximizar las funciones cognitivas.
- Colaboración virtual: Habilidad para trabajar de forma productiva, impulsar la participación y demostrar presencia como miembro de un equipo virtual.
Pero no hay que olvidar que trabajar en una empresa es trabajar en equipo. Un profesional que quiera integrarse en un equipo de alto rendimiento es una labor compleja, de alta orientación hacia el compromiso. Un propósito claro. Todos los miembros del equipo deben saber exactamente cuál es el objetivo a alcanzar y contribuir al logro y focalizar su energía y esfuerzo.
Características de los equipos de alto rendimiento
El alto rendimiento del equipo se basa en el resultado superior de la suma de los componentes de los equipos integrados y orientados hacia resultados. Las principales características que la definen, las podríamos identificar como:
- Comunicación abierta: Un intercambio ágil de la información permite asegurar que se tomarán las decisiones correctas y que cada persona sabrá qué debe hacer, cuándo, cómo y por qué.
- Voluntad de aprender de los demás: Cada proyecto es único. Por eso, para alcanzar la excelencia, los integrantes de un grupo deben ser receptivos a las propuestas de otros y buscar nuevas formas de hacer las cosas.
- Participación: Para que los profesionales implicados en una iniciativa se sientan parte de ella tienen que trabajar de forma activa. Además de realizar tareas específicas, también deben tomar parte en discusiones y en la toma de decisiones.
- Solución de problemas: Es esencial que el grupo se centre en buscar soluciones no culpables. Esto genera un ambiente de confianza y motivación entre los compañeros.
- Búsqueda de la excelencia: No sólo en aspectos técnicos, también en lo referente a las relaciones entre sus integrantes y con personas de otros departamentos, clientes y proveedores.
- Celebración de los logros: Festejar los éxitos alcanzados tiene un efecto dinamizador en los equipos. Consigue que cada persona se sienta satisfecha y partícipe de un proyecto común.
- Multidisciplinar: La colaboración con otras áreas de la empresa favorece el diseño de propuestas innovadoras que permiten diferenciarse de la competencia.
- Romper moldes: No hay que tener miedo a cambiar los paradigmas. Si una tarea se ejecuta siempre de la misma manera y se quiere buscar formas más efectivas de llevarla a cabo, la capacidad innovadora y creativa de los empleados es la herramienta más potente.
- Compromiso: El alto rendimiento y la máxima competencia sólo se alcanza con el compromiso individual y la confianza entre colegas.
Aunque muchas de estas habilidades no son nuevas, lo que el estudio intuye es que con el tiempo irán cobrando importancia así como la forma de trabajar, que también se transformará de forma evidente en los próximos años. Los retos no son sólo personales para cada individuo sino también para las empresas, que tendrán que aprender a identificar estas habilidades en las personas y potenciarlas en sus equipos de trabajo. El cambio es inevitable.
Liderazgo en equipos de alto rendimiento
El liderazgo de los directivos o responsables de estos equipos son críticos desde un punto de vista de la gestión de los resultados, y claves para que sus colaboradores funcionen como un “Equipo de Alto Rendimiento”, que es como se llama a los equipos que se consideran excelentes. Se trata de crear equipos sinérgicos, equipos donde exista la generosidad del compromiso.
Conseguir esto, también pasa por la definición de aspectos fundamentales que no deben de escapar a nuestra reflexión, a saber:
- Claridad y relevancia de las metas: Cada equipo debe conocer y compartir objetivos comunes y debe considerar que estos son importantes, debe existir un fuerte compromiso hacia su consecución.
- Reconocimiento y recompensa de los resultados: En los equipos que funcionan excelentemente, aquéllos que ayudan a conseguir los resultados son reconocidos y recompensados, no solo de forma individual, sino especialmente como equipo.
- Selección de los integrantes del equipo, la diversidad: La selección de los componentes del equipo es la base del éxito y una de las claves es que entre sus componentes estén las competencias y conocimientos necesarios, pero diversos. La diversidad es la riqueza de un equipo.
- Estructura y normas: Las normas de funcionamiento deben estar claras y compartidas: los roles, la división de las tareas, los objetivos de cada uno de los miembros del equipo. Esto potenciará sinergias y evitará conflictos.
- Liderazgo en la dirección del equipo: La forma de dirigir el equipo se ha considerado como el elemento más importante. El estilo de liderazgo es la base del funcionamiento del equipo, debemos aprender como líderes e integrantes de estos equipos a tener estilos denominados integradores.
- Empowerment: Los equipos de alto rendimiento deben sentirse con capacidad para tomar sus propias decisiones, autonomía en la capacidad de tomar decisiones y decidir parte de su forma de funcionamiento. Deben sentirse responsables de sus resultados y acciones, asumiendo el riesgo que ello conlleva, debe haber lo que se denomina líderes distribuidos.
Todos sabemos que aunque aparentemente simple, el grado de complejidad los cambios que acontecen el presente y el futuro pasan por ser conscientes de que el cambio es inevitable, en cuanto que la realidad marcará la exigencia, los parámetros de competitividad y la visión de nuestra forma de gestionar los equipos. Cada vez más la inteligencia colectiva, la adecuación de las competencias de los equipos y el compromiso serán determinantes del éxito de las organizaciones.
“Las fortalezas están en nuestras diferencias, no en nuestras similitudes”
Stephen Covey.